El Cadete A empató en su visita al A.J. Lérez.

Se le escapan dos puntos en el descuento.

El Cadete A comenzó la fase por la permanencia en División de Honor con un empate a domicilio 1-1 en su visita a Pontevedra para medirse al A.J. Lérez. Partido que deja un mal sabor de boca al equipo que veía como se le escapaban dos puntos en el tiempo de descuento.

Encuentro marcado por la rigurosa expulsión de Marcos cerca de la media hora de partido. En una acción de disputa con balón de por medio, el colegiado le sacaba la tarjeta roja directa en medio de la incredulidad de los asistentes al partido. Hasta ese momento, el encuentro se había desarrollado con mucha normalidad, había intensidad pero no estaba habiendo juego bronco ni nada reseñable que pudiese argumentar esa expulsión. Al equipo le tocaba jugar una casi una hora en inferioridad y se esforzó mucho ante un rival fuerte en el aspecto físico y que trataba de imprimir un ritmo de juego muy alto. Los nuestros se habían adelantado en el marcador poco antes gracias a una acción de estrategia en un córner que acababa con gol de Isra. Luego llegaba la jugada de la expulsión y esto obligaba al equipo a redoblar sus esfuerzos.

Se mantuvo muy ordenado y concentrado durante los ochenta minutos de partido. En compromisos anteriores, esa falta de intensidad en algunos tramos de partido le había costado muchos puntos pero en esta ocasión, el equipo respondió a la perfección y se mostró muy solidario. Los minutos iban transcurriendo durante la segunda parte y con los cambios el equipo no perdió frescura pese al trabajo que se veía obligado a realizar por su inferioridad numérica. Cuando parecía que el equipo se podía traer los tres puntos, otra jugada polémica. Acción del equipo local que acaba con tanto de un jugador en claro fuera de juego con el linier levantando la bandera marcando la posición ilegal. El árbitro no hacía caso de la indicación del asistente y daba por válido el que sería 1-1 definitivo.

Sensación de impotencia al finalizar el choque por la manera en la que se escapan dos puntos que en este formato de competición podrían ser fundamentales para lograr la permanencia. En cuanto al juego, el equipo sale reforzado de este primer partido de la segunda fase y se pone a pensar ya en el próximo partido que será en casa ante el Arosa.

Mahía nos daba sus impresiones sobre el partido;

«Lo que hemos visto hoy, creo que no me ha pasado jamás. Creo que fuimos mejores durante muchas fases del partido hasta que nos dejaron. Ya no sólo hablamos de la expulsión, nos señalaron multitud de faltas, a nosotros tenían que ser muy claras para que las pitara, al propio Marcos antes de la expulsión ya le habían dado ya varias veces…, y esos pequeños detalles te van minando. Conseguimos adelantarnos en el marcador y generamos varias llegadas durante la primera parte. Elías y Dani hicieron daño y estábamos siendo superiores. Ellos buscaban sobre todo balones colgados donde también eran peligrosos pero estuvimos bien. Luego nos quedamos con diez con parte de la primera y toda la segunda parte por delante y eso cambió el partido.

Conseguimos mantenernos con ventaja hasta el descuento de la segunda mitad. Una jugada con un fuera de juego de varios metros, la linier levanta el banderín, el árbitro le manda que la baje y la jugada acaba en gol. A mí me gusta hablar de fútbol pero hay cosas que en una División de Honor no pueden suceder.

Me quedo con el trabajo de los chavales, muy ordenados y superiores durante varias fases. Luego con la expulsión, replegados intentando salir a la contra y nos vamos con mal sabor de boca por cómo acabó el partido. Esto nos tiene que servir para aprender pero resulta complicado explicárselo a los chicos.

Al final nos vamos con un punto, empatamos con el Bergantiños y eso es lo que tenemos que intentar, meter a más equipos en la pelea y seguir trabajando. «