Pincha aquí para ver el acta del partido. Victoria agónica del juvenil A ante el Cerceda, por dos goles a uno, 2-1, en un partido de clara superioridad local, pero que la falta de eficacia complicó al final.
Comenzó el partido con la baja del delantero, Alejandro Montero, que competía en Cuenca con la selección gallega sub 19 de fútbol sala. Una baja importante, pero menos si tenemos en cuenta el gran rendimiento que siempre ofrece el goleador Jesús. En esta ocasión, los dos goles del equipo fueron suyos.
Comienza la segunda vuelta, y los juveniles ya tienen clara una cosa: de aquí a final de temporada, «sangre, sudor y lágrimas» para conseguir sacar adelante los tres puntos. Además, como fue el caso, si enfrente está un equipo bien organizado, con las cosas claras, y ante el que, además, no consigues materializar tus ocasiones, pues pasa lo que pasa: el rival se crece, cree en sus opciones, y convierte tu partido en un «sin vivir». Eso fue lo que pasó el pasado sábado. Un Galicia superior, un galicia que crea ocasiones, que no las materializa, que consigue su gol a falta de quince minutos, pero que con uno a cero, cualquier contra, cualquier balón dividido es una oportunidad del rival, que sigue creyendo, o como es el caso, un gran disparo desde fuera del área, y te ponen contra las cuerdas. Afortunadamente, en esta ocasión la suerte acompañó al equipo, y cuando el partido llegaba al final, un balón robado por Amigo y el goleador Jesús, que siempre está, consigue la victoria. En todo caso, el equipo ya lo sabe : de aquí a final de temporada, todos irán a vindicarse con el líder, todos querrán ganarles: los de arriba, para superarlos, los de abajo, para salir del «pozo», y los del medio, «porque ganar al líder no tiene precio«. El Cerceda marca el camino de lo que le espera al equipo en la segunda vuelta: «sangre, sudor y lágrimas«. Habrá que concienciarse.
Tenéis la entrevista al mister en otro artículo.