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No pudo ser. Después de la gran imagen de la semana pasada, el conjunto de Javi y Mahía se encontró con un rival, el Rácing de Ferrol B, que supo jugar su partido, que aprovechó sus peligrosas contras para hacer sus goles, y que después de la justa expulsión de su jugador Isaac, aguantó sin grandes problemas a un Galicia que, siendo sinceros, tuvo ocasiones de sobra en la segunda mitad para, al menos empatar el partido, algo que hubiese sido lo más justo. Lo cual no quiere decir que la victoria del Rácing haya sido injusta, puesto que jugó bien, tanto con once como con diez, lo cual les da mas mérito.
El Galicia no hizo un mal partido, o al menos tengo esa impresión; es cierto que les faltó claridad en su juego, y bastante acierto en su delantera, y que en defensa dejó algunas lagunas bien aprovechadas por el Rácing; a eso, hay que sumar que al equipo le faltó la agresividad deportiva de la pasada semana, pero no es algo que podamos exigirles todas las semanas, no al menos en el grado de intensidad de la pasada semana. Ahora, el equipo queda en situación complicada, pero las sensaciones no son malas, y queda tiempo para salir de los puestos bajos.
Resumen: primera mitad igualada, con un Rácing que siempre dió sensación de peligro; en la segunda mitad, nada más comenzar, gol en contragolpe del Rácing; a partir de ahí, el Galicia busca el empate, tiene ocasiones, mas aún a partir del minuto 18 cuando es expulsado un jugador del Rácing, Isaac, por una agresión a un jugador del Galicia en una disputa del balón. Expulsión justa. A partir de ahí, dominio infructuoso del Galicia. Dispuso de claras ocasiones de gol, pero no se acertaron. En el descuento, contragolpe del Rácing y su delantero se planta ante el portero del Galicia y lo bate por arriba. Al final, cero a dos, 0-2. Resultado justo porque el Rácing aprovechó sus ocasiones y el Galicia no lo hizo.